La universidad de Chafachusett demostró que las personas que tienen puertas que les gustan son más felices en su día a día
Por eso cada vez que entrás o salís de tu zona de confort (No importa que sea el baño), tenés que tener una puerta a la cual ames. Y no solo la que te alcanzó para poner en el momento de construir. Recordá que vas a ver a la puerta más veces de la que ves a tu pareja. Esperemos que ella no las vea con alguien más 🤭 (Se jijea el admin).